El pueblo de San Sperate

El pueblo de San Sperate

¡Hola! Soy Isabel Muñoz, una chica de Córdoba (España). He estudiado Turismo en la Universidad de Córdoba y en este momento me encuentro realizando el programa ‘’Erasmus para jóvenes emprendedores’’ en Cagliari, en la empresa ‘’Sardinia To Do’’. Gracias a ellos estoy visitando muchos lugares que de otra forma me sería difícil conocer, estoy aprendiendo y estoy disfrutando con cada experiencia que realizamos. Esta semana hemos visitado el pueblo de San Sperate, un pueblo que pese a su cercanía a Cagliari la gente no conoce muy bien y me ha gustado tanto que he decidido escribir un poco sobre él.

Visitar el pueblo de San Sperate es sin duda alguna un placer para nuestros sentidos. Este pueblo también llamado ‘’pueblo-museo’’ contiene más de quinientos murales pintados tanto por personas anónimas como por artistas famosos. En San Sperate se respira el arte por todos los rincones, todas las calles están adornadas, llenas de colores, de dibujos, de imágenes. Son los propios vecinos los que ofrecen sus casas y pertenencias como lienzos en blanco esperando ser coloreados.

Este proceso comienza en el año 1968 cuando el famoso escultor y muralista Pinnucio Sciola volvió a su localidad natal para inicial una transformación artística de ésta. Pinnucio Sciola viajó por diferentes lugares del mundo, adquiriendo una formación que luego plasmó en el lugar que lo vio crecer consiguiendo así hacer de este pueblo un lugar único.

Además, Pinnucio Sciola construyó durante sus años de vida decenas de esculturas que hoy se pueden ver en su ‘’Jardín Sonoro’’. Este jardín es en pocas palabras una maravilla. Las esculturas están inspiradas en el arte megalítico prehistórico y emiten unos sonidos difíciles de encontrar en lugares de estas características.

San Sperate es el lugar perfecto para los amantes de la cultura. Visitar las diferentes calles en las que podemos ver reflejada su historia, degustar la gastronomía típica de la isla, probar sus frutas y hortalizas, en especial los melocotones, disfrutar de sus colores, de sus fiestas, de sus festivales. San Sperate es un acierto seguro dónde el visitante puede tocar el arte con los dedos de la mano.

Isabel Munõz Arcos

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